Integración

3.4 Paso 4: Toma de acciones de mejora y reparación

1- Generalidades de la toma de acciones La actuación se basa en implementar acciones de mejora y de reparación, donde cada empresa tome consciencia del avance en la implementación de buenas prácticas e identifique nuevas oportunidades de mejora. En el caso de la cadena de suministro, la toma de acciones está vinculada a los planes de acción asociados a las evaluaciones que la empresa lleva a cabo en proveedores prioritarios, el cumplimiento de plazos y niveles de desempeño acordados, reparaciones, así como la toma de decisiones de tipo administrativa, como puede ser ante incumplimientos, la finalización de la relación comercial, el fortalecimiento de la política de proveedores, compromisos generales, procedimientos y otras prácticas documentadas. Si la empresa detecta que contribuyó a infringir derechos humanos a través de su proveedor, debería activar el proceso de reparación propio o seguir medidas de reparación que establezca el proveedor según contexto.

2- Causa raíz Comprender las causas fundamentales de los incumplimientos encontrados proporciona una valiosa información sobre las posibles formas de abordar el incumplimiento. Por ejemplo, mientras que el riesgo puede manifestarse como un posible incumplimiento legal tales como no pago de salario mínimo o retención de documentos de identidad, la causa puede estar asociada a débiles prácticas de gestión, procesos de compra permeables o falta de competencia. En estos casos, aunque la reparación a las personas como titulares de derecho es necesaria, es importante que la empresa emprenda acción correctiva para fortalecer sistemáticamente su operación. El análisis de la causa raíz generalmente define el problema y luego requiere una serie de preguntas de "por qué" este ha sucedido para descubrir las causas subyacentes. La empresa debería establecer procedimientos para la identificación y corrección de incumplimientos y la toma las acciones para mitigar sus impactos; incluyendo la reparación o remediación a las personas afectadas, así como la implementación del análisis de causa para la determinación de las acciones correctivas asociadas que prevengan la recurrencia del fallo.

3- Reparación Los Principios Rectores 22, 29, 30 y 31 pertenecen a los principios operativos relacionados con la responsabilidad de las empresas de respetar los derechos humanos y el acceso a mecanismos de reparación. La reparación o remedio, es un proceso tendiente a resolver una consecuencia negativa sobre los derechos humanos a las personas afectadas y los resultados sustantivos que pueden contrarrestar o compensar esa consecuencia negativa. Estos resultados pueden adoptar diversas formas como disculpas, restitución, rehabilitación, compensaciones económicas o no económicas y sanciones punitivas, así como medidas de prevención de nuevos daños. La reparación se extiende a la cadena de suministro, de forma tal que la empresa debería usar su control e influencia para que los proveedores prioritarios en plazo y forma tomen acciones de reparación como parte de los planes de acción luego de que se han determinado incumplimientos a los derechos humanos por medio de los métodos de debida diligencia y seguimiento de la empresa. El principio 22 indica la responsabilidad de las empresas de reparar las consecuencias negativas que se presenten en relación con los derechos humanos. Los principios 29 y 30 se refieren al deber de las empresas o grupos de empresas de establecer mecanismos de reclamación eficaces que se encuentren disponibles a las partes interesadas. Finalmente, el principio 31 establece las características de estos mecanismos de reparación, los cuales deben verificarse por la empresa en las reparaciones que emprendan los proveedores:

Legítimos: suscitan la confianza de los grupos de interés a los que están destinados.

Accesibles: conocidos por todos los grupos interesados a los que están destinados.

Predecibles: disponer de un procedimiento claro y conocido, con un calendario indicativo de cada etapa, y aclarar los posibles procesos y resultados disponibles, así como los medios para supervisar la implementación.

Equitativos: asegurar que las víctimas tengan un acceso razonable a las fuentes de información, el asesoramiento y los conocimientos especializados necesarios para entablar un proceso de reclamación en condiciones de igualdad, con plena información y respeto.

Transparentes: mantener informadas a las partes en un proceso de reclamación de su evolución, y ofrecer suficiente información sobre el desempeño del mecanismo, con vistas a fomentar la confianza en su eficacia y salvaguardar el interés público que esté en juego.

Compatibles con los derechos humanos: asegurar que los resultados y las reparaciones sean conformes a los derechos humanos internacionalmente reconocidos.

Fuente de aprendizaje continuo: adoptar las medidas pertinentes para identificar experiencias con el fin de mejorar el mecanismo y prevenir agravios y daños en el futuro.

Basados en la participación y el dialogo: consultar a los grupos interesados a los que están destinados sobre su diseño y su funcionamiento, con especial atención al diálogo como medio para abordar y resolver los agravios.

4- Otras medidas Los Principios Rectores 23 y 24 forman parte de los principios operativos de la responsabilidad de las empresas de respetar los Derechos Humanos en relación con las cuestiones de su contexto. El principio 23 refiere a las empresas el deber de cumplir los requisitos legales aplicables y los derechos humanos internacionalmente reconocidos independientemente del contexto donde operen. El principio 24 indica el deber de las empresas de dar prioridad para prevenir y mitigar las consecuencias que sean más graves o que puedan resultar irreversibles. Si una empresa detecta que existe el riesgo de contribuir a un impacto negativo en su cadena de suministro como se ha mencionado previamente, debería tomar las medidas para la toma de acciones, incluyendo reparaciones, sin embargo existen otras medidas que también pueden derivarse de los hallazgos de incumplimiento, como por ejemplo interrumpir la prestación del servicio o provisión de bienes, frenar la ejecución de actividades o prevenir al proveedor y usar su influencia para mitigar los impactos en la medida de lo posible. Desde el punto de vista de la relación comercial, las respuestas apropiadas pueden adoptar diversas formas: continuación de la relación con el proveedor durante todo el período en el que se realizan esfuerzos de atenuación, suspensión temporal de la relación mientras se continúan los esfuerzos de atenuación del riesgo, o, en última instancia, ruptura de la relación con el proveedor, ya sea por el fracaso de los esfuerzos de mitigación o reparación, porque la empresa considere que no es posible ninguna atenuación o reparación, o bien a causa de la gravedad del impacto negativo. La empresa debería tener en cuenta asimismo los eventuales impactos negativos, en el plano social y económico, de una decisión de ruptura de la relación con el proveedor. Las empresas pueden además comprometerse con los proveedores prioritarios y otras entidades de la cadena de suministro para mejorar su rendimiento, en cooperación con otras partes interesadas, principalmente a través de la capacitación de personal u otras formas de refuerzo de capacidades y para ayudarles a integrar, en sus prácticas profesionales, los compromisos de conducta responsable compatibles con derechos humanos. La herramienta para la creación de valor en la cadena de suministro a partir de la debida diligencia en derechos humanos (CVCS-DDDH) referida en la sección 5 de la presente guía incluye herramientas para abordar los planes de acción para la mejora necesaria y su monitoreo.

5- Revisión de la gestión La implementación de esta metodología permite dar continuidad a las acciones de mejora relacionadas con la gestión de los derechos humanos mediante la evaluación de las prácticas actuales en relación a su cadena de suministro. Así mismo busca que las empresas tomen conciencia del avance en la implementación de buenas prácticas en su cadena de suministro e identifique nuevas oportunidades de mejora. Una vez implementados los 4 pasos, es recomendable que la Alta Dirección realice una revisión de la gestión efectuada para determinar si se ajusta a la empresa, cultura y sistema de negocio; si es adecuado es decir si cumple con cada uno de los pasos y si está implementado de manera que se hayan logrado los resultados deseados. Adicionalmente, la información sobre las actividades de las empresas y sobre sus relaciones con subcontratistas y sus proveedores, así como sobre los impactos en materia de derechos humanos asociados con proveedores prioritarios, constituye un importante medio para generar confianza en los ciudadanos. Este medio es más eficaz cuando se proporciona información de manera transparente y cuando alienta un proceso de consulta activa con partes interesadas, tales como empleados, clientes, proveedores, contratistas, comunidades locales y los ciudadanos en general, con el fin de promover un clima de entendimiento y confianza a largo plazo con relación a cuestiones en materia de derechos humanos. La elaboración de informes puede basarse en esquemas como la Iniciativa de Reporte Global (Global Reporting Initiative) o el Pacto Global

PASO 1: Planifique la integración

PASO 2: Integre las medidas de respeto a los Derechos Humanos

PASO 3: Verificación de las prácticas

PASO 4: Toma de acciones de mejora y reparación