Los Estados tienen el deber de proteger a los individuos y los grupos contra el abuso de los derechos humanos, así como de respetar y cumplir los derechos humanos dentro de su jurisdicción. Las empresas por su parte, tienen la responsabilidad de respetar todos los derechos humanos.
El respeto de una empresa por los derechos humanos se enfoca en evitar que sus actividades y decisiones provoquen consecuencias negativas, que afecten los derechos de sus empleados, sus clientes, trabajadores de sus proveedores y otras personas vinculadas en su relación comercial. Significa evitar infringir los derechos de los demás y responder debidamente a las consecuencias perjudiciales de las actividades.
Las empresas pueden incidir prácticamente en todo lo referido a los derechos humanos reconocidos internacionalmente. En la práctica, ciertos derechos humanos pueden ser más vulnerables que otros en ciertos sectores o contextos y son, en consecuencia, objeto de una mayor atención. Sin embargo, las situaciones pueden cambiar y, por tanto, todos los derechos deben ser examinados periódicamente. Hacer frente a impactos negativos, reales o potenciales, sobre los derechos humanos consiste en tomar las medidas apropiadas para detectar, prevenir en la mayor medida de lo posible y atenuar los potenciales impactos sobre los derechos humanos, remediar los impactos reales y rendir cuentas de las medidas tomadas para estos fines. El término “vulnerar” se refiere a los impactos negativos que una empresa puede tener sobre los derechos humanos. Para cumplir con la responsabilidad de respetar los derechos humanos, se requiere el ejercicio de la debida diligencia.
Las empresas pueden impactar en distintas formas los Derechos Humanos. Aunque sus límites son imprecisos y evolucionan constantemente, se pueden describir dos formas principales de infracción por parte del sector empresarial:
• Impacto directo. Sucede cuando una organización infringe directamente con sus decisiones y acciones los derechos humanos.
• Impacto indirecto. Implica que una empresa o sus filiales se benefician directamente de los abusos de los derechos humanos perpetrados por otros, incluyendo beneficio económico por el abuso de los derechos fundamentales en el trabajo por parte de sus proveedores, o bien omite su denuncia o toma de acciones dentro de su esfera de influencia. En lo anterior se incluyen también situaciones más complejas en las que una empresa no ha contribuido a un impacto negativo sobre los derechos humanos, pero este impacto está, sin embargo, directamente relacionado con sus operaciones, bienes o servicios, en virtud de la relación comercial que tiene con otra entidad.
Desde el punto de vista de impactos indirectos es importante tomar en consideración la capacidad de control e influencia de las empresas sobre su cadena de suministro. A este respecto, se denomina esfera de influencia al ámbito o alcance de la relación política, contractual, económica o de otra índole, a través de la cual una empresa tiene la capacidad de afectar las decisiones o actividades de otros individuos u organizaciones, dotándola de capacidad para abordar riesgos a los derechos humanos en su cadena de suministro.