Principios

2.3 Modelo de gestión para integrar el respeto de los Derechos Humanos

Para integrar el respeto a los derechos humanos en las prácticas empresariales CEGESTI, con el apoyo de la OIT, estableció una metodología basada en el enfoque de mejora continua (ver figuras 2 y 3). Este enfoque consiste en establecer una sistemática de trabajo que comprende cuatro pasos: planificar, integrar, verificar y actuar, aplicables a cualquier sistema de gestión.

Los elementos de gestión permiten a las empresas de manera estructurada identificar riesgos e impactos dentro del alcance de sus actividades, con el objeto de ayudar a prevenir, mitigar y manejar los riesgos asociados con el cumplimiento y respeto de los derechos humanos. Es así como estos pasos deben ser considerados como un proceso dinámico y continúo que establece y respalda la Alta Dirección de las empresas, pero que a la vez requiere el involucramiento de los trabajadores y las partes interesadas (clientes, comunidades, proveedores, etc.). La identificación de riesgos e impactos, así como su abordaje, debe considerar aquellos directos e indirectos que suceden en la cadena de suministro según el control e influencia de la organización, la prioridad de los proveedores y la significancia de los riesgos.

Los riesgos relacionados con los derechos humanos se refieren a una o más consecuencias negativas que pueden acarrear las actividades empresariales de forma directa o indirecta.

La metodología presupone la participación del personal del más alto nivel de la empresa hasta el personal operativo, sabiendo que la implementación de las mejoras dependerá del compromiso global que demuestren los integrantes de la empresa. A nivel de la cadena de suministro, requiere la adopción de políticas y procedimientos dentro de una estructura de gobernanza empresarial que regulen de forma responsable la compra de servicios y productos, así como en general la relación con los proveedores, de la mano de la adecuada comunicación, verificación y seguimiento y toma de acciones en relación a la vinculación con proveedores prioritarios según su cumplimiento, no cumplimiento o avances hacia el cumplimiento con los derechos humanos.

Paso 1, la empresa debe conocer cuáles son los derechos humanos significativos a sus actividades y su contexto, así como los mecanismos de gestión que responden a su cumplimiento; esta información determinará el alcance del compromiso político de la empresa. Esto debe incluir tanto la valoración de impactos directos como indirectos asociadas a sus actividades y decisiones, incluida su cadena de suministro.

Paso 2, con los resultados de la evaluación de riesgos en derechos humanos, la empresa deberá integrar en sus prácticas empresariales los planes de acción de las áreas que se encuentren débiles o en las cuales haya ausencia de gestión para evitar o minimizar los riesgos relacionados con los derechos humanos. Desde la perspectiva de proveedores es importante que se defina que se espera de ellos en materia de derechos humanos, se les comunique y que esto se traduzca en políticas, procedimientos y prácticas que aseguren una adecuada gestión de proveedores por parte de la empresa, con especial atención a proveedores prioritarios, para asegurar cumplimiento mediante mecanismos de verificación y toma de acciones.

Paso 3, La empresa debe realizar el análisis de las medidas implementadas, verificando que hayan sido eficaces y que respondan al compromiso político adquirido, además debe comunicar externamente estas medidas, sobre todo cuando las partes interesadas hayan planteado inquietudes o quejas relacionadas. Igualmente, una adecuada gestión de proveedores debe incorporar en este punto criterios y métodos de evaluación y reevaluación en materia de cumplimiento con los derechos humanos para proveedores prioritarios como parte de la gestión de procesos de la empresa, según su esfera de influencia y el análisis de significancia de riesgo de incumplimiento a los derechos humanos.

Paso 4, La organización debe emprender acciones de mejora que le permitan reparar las consecuencias negativas mediante la implementación de mecanismos de reclamación y reparación eficaces. Estos mecanismos a su vez deberían ser verificados en proveedores prioritarios. Adicionalmente, en relación a la presencia de oportunidades de mejora o incumplimiento en la cadena de suministro, la empresa debería requerir en plazos definidos, acciones de mejora a demostrar por los proveedores prioritarios, según significancia de riesgos y su capacidad de control e influencia, como requisitos para mantener la vinculación con la empresa.